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Los inventos más importantes de la historiaSon muchos los inventos históricos que cambiaron el rumbo de la humanidad, pero uno de los más destacados se inventó 5000 años antes de Cristo ¿Sabéis a cuál nos referimos?
La rueda fue inventada en Mesopotamia, según los historiadores en el período de El Obeid.
Las primeras ruedas se utilizaron en alfarería, pero fue hasta 2000 años antes de Cristo que las ruedas comenzaron a utilizarse para movilizar coches de tiro.
Tampoco podemos hablar de inventos históricos de gran magnitud sin mencionar el fuego, uno de los descubrimientos más importantes de la humanidad.
El hombre descubrió el fuego hace 790.000 años, aunque son muchos los investigadores que aseguran que el Homo Erectus aprendió a usar el fuego.
Desde las primeras civilizaciones, el ser humano ha contado el transcurso de los días para dividir el tiempo en sistemas lógicos. Es por este motivo que se inventó el calendario.
La religión, las festividades más importantes, la cultura, las estaciones y la cosecha eran reflejados en los primeros calendarios de cada pueblo.
Incluso hasta nuestros tiempos existen el calendario chino, hebreo, musulmán, persa, budista, hindú y gregoriano, que fue creado en 1582 y es el más utilizado en el mundo.
Según detalla la historia, las civilizaciones más antiguas observaban el cielo y las estrellas para contar el tiempo.
No era el método más exacto pero les funcionaba para lo que necesitaban, cuando la Luna retornaba a la fase inicial de su órbita, el mes había terminado.
El calendario más antiguo se encuentra en Aberdeenshire (Escocia) y data del 8.000 a.C. Es un monumento compuesto por 12 piedras que marcan la posición de la luna a lo largo del año.
Ahora bien, hace 5000 años los sumerios y babilonios inventaron un calendario que incluía el paso de las estaciones y observaciones solares, lo que dio origen a los calendarios lunisolares.
Los sumerios dividieron el año en doce ciclos lunares, aunque este tiempo no coincidía con el año solar que era más largo. De este modo añadían un mes cada cuatro años para compensar.
Más tarde, los babilonios tomaron este modelo que mencionamos anteriormente y fraccionaron el día en 24 horas y la hora en 60 minutos. Este sistema se convirtió en inspiración para los hebreos, antiguos egipcios y griegos clásicos.
Por su parte, los primeros calendarios solares aparecieron en Egipto hace 3.000 años.
Los astrónomos y matemáticos egipcios descubrieron que el año duraba 365 días, dividieron el calendario en 12 meses de 30 días cada uno y tomaron festivos los 5 días que sobraban cada año.
Hace unos 2.000 años, en la otra parte del mundo, la civilización maya creó su propio calendario en ciclos de 52 años. Con este sistema se calcularon las fechas desde el 3114 a.C. hasta el año 2012.
Los mayas también calcularon que el año solar tenía 365 días, pero las fechas se marcaban combinando tres calendarios diferentes: el Tzolkin o calendario divino, el Haab o calendario ceremonial y la Cuenta Larga, que contemplaba un período de más de 5.000 años.
El papel ha sido uno de los inventos que más ha ayudado en la evolución humana, pues a través de este se ha podido transmitir el conocimiento de generación en generación.
El soporte de escritura más antiguo fue el papiro, inventado por los egipcios en el tercer milenio antes de Cristo. Antes de que el papel fuera creado en China, se inventó el pergamino, cuya materia prima era obtenida de la piel de cordero, ternera o cabra.
Etimológicamente “papel” proviene de Papyrus, tal como se llamaba un soporte usado por los egipcios para realizar sus escritos.
En Japón también crearon su propio tipo de papel conocido como el washi nipón, que fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.
En cuanto a su invención, los historiadores aseguran que el papel se inventó en el año 105 d.C, cuando el eunuco Cai Lun se dio cuenta que los materiales que estaban usando no eran los más adecuados para los manuscritos.
Cai Lun presentó al emperador He de Han un nuevo sistema para transformar las superficies de los árboles en papel. Poco a poco fueron mejorando la técnica y posteriormente se distribuyó en China, Vietnam, Japón y Corea.
El papel más antiguo del que se tiene constancia procede de una tumba china del siglo II a.C. Estaba elaborado con fibra de cáñamo y una pequeña cantidad de lino.
Por su parte, España fue el primer país de Occidente en conocer el papel. El Misal de Silos, del año 1000, es el manuscrito europeo escrito en papel más antiguo que se conoce.
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Desde hace miles de años, la humanidad ha navegado con la orientación del sol y las estrellas, pero esto podía resultar muy complicado cuando el cielo estaba nublado. Este sin duda alguna es uno de los inventos más importantes de la historia.
Esto limitaba a los navegantes a moverse durante ciertas épocas del año, lo cual dejó muchas áreas inexploradas antes de la invención de la brújula.
A los vikingos, por ejemplo, se les complicaba viajar demasiado lejos por el clima. Hasta que descubrieron que podían usar cristales, conocidos como sólarstein, que les ayudaban a navegar incluso en climas nublados, pero también presentaban muchas dificultades.
La fecha de invención de la brújula no es del todo clara. La referencia más antigua se encuentra en la literatura china, en un libro del siglo IV llamado Libro del jefe del valle de los demonios.
La primera alusión a un dispositivo magnético usado como señalador de direcciones está en un libro de la Dinastía Song con fechas de 1040 – 1044.
En tanto, algunos historiadores aseguran que los primeros en darse cuenta de las propiedades de la magnetita fue la civilización china.
La magnetita es un mineral que tiene la capacidad de imantar objetos de hierro. En ese entonces, los inventores se dieron cuenta que si ponían a flotar la magnetita sobre paja en el agua, siempre apuntaba hacia el sur gracias a la atracción de los polos magnéticos.
Pero, ¿cómo llegó la brújula al resto del mundo? Tal como muchas invenciones provenientes de China, la brújula llegó a Europa gracias a la Ruta de la Seda.
Tras su llegada al viejo continente, el artefacto sufrió una de sus transformaciones más importantes: dejó de necesitar el agua para girar en su propio eje y señalar el norte. De esta manera se convirtió en un aparato mucho más portátil y estético.
El reloj es uno de los inventos que marcó un antes y después en la historia universal.
El primer reloj de sol se creó en Egipto, pero su mayor limitante es que no podía medir el tiempo cuando era de noche.
El reloj de agua o Clepsidr indicaba la hora durante la noche al vaciarse el agua que contenía. El más antiguo fue encontrado en un templo egipcio y data de hace 3 mil 356 años.
Durante el siglo XVI, en Europa se empezaron a usar los relojes de arena para medir la duración de las misas en las iglesias. Todavía se continúan utilizando, pero estos dependen de la cantidad de arena que contiene, el tamaño del orificio y del envase.
Por su parte Christian Huygens se inspiró en Galileo Galilei para crear el diseño del primer reloj de péndulo en 1656. Este era el más exacto hasta entonces con un margen de error de 5 minutos diarios.
Aún hay muchas dudas sobre quién inventó el primer reloj mecánico, pero los primeros vestigios datan de 1290.
Se trataba de un mecanismo que consistía en un conjunto de ruedas giratorias que eran accionadas por un peso colgado en cada cuerda.
En tanto, el primer reloj eléctrico se accionaba por atracción y repulsión eléctrica, y fue inventado en 1840 por Alexander Bain.
En 1946, se empezó a desarrollar el reloj atómico, el cual tiene una gran precisión y su margen de error es de un segundo cada 300 años, es el más exacto de todos los relojes de la actualidad.
Por último, Louis Cartier inventó el primer reloj de pulsera para uno de los primeros aeronautas de la historia, Santos Dumont, quien necesitaba las dos manos para manejar pero quería ver la hora.
Que curioso la cronología de estos inventos ¿no crees?
Te invitamos a leer: 5 inventos curiosos que nos facilitan el día a día
El piano es un instrumento de teclado y de cuerdas percutidas desarrollado por Bartolomeo Cristofori en el siglo XVIII.
No obstante, el origen de este invento se remonta miles de años atrás en el tiempo, ya que es producto de la evolución de diferentes instrumentos musicales.
El instrumento musical de cuerda más antiguo relacionado con el piano es la cítara, cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce (aprox. 3000 a. C.), procedente de África y del sudeste de Asia.
Este instrumento estaba formado por un conjunto de cuerdas tensadas colocadas sobre una caja de resonancia de madera similar a la de una guitarra. Otro instrumento conocido en la línea evolutiva del piano es el monocordio.
El monocordio constaba de una única cuerda larga que se hacía vibrar sobre una caja de resonancia de madera. Le siguieron otros como la zanfona y el escaque.
Interesado por encontrar un mecanismo que no amortiguara el sonido, Cristofori diseñó un macillo que tras golpear las cuerdas volvía a su posición original sin permanecer en contacto con ellas y sin rebotar. De esta forma era posible repetir una misma nota con rapidez.
Aunque se desconoce la fecha exacta de fabricación de su primer piano, en 1698 Cristofori ya trabajaba en la creación de este instrumento. En algunos escritos consta la existencia de un piano en el año 1700.
En 1711 se dio a conocer el primer piano de Cristofori en un artículo publicado por Francesco Scipione en el Giornale de’ Letterati d’Italia. Sin embargo, no fue muy apreciado por los músicos de la época durante sus primeros años.
En 1726 Cristofori introdujo una corda al sistema, la cual daba la posibilidad de desplazar el mecanismo para que cada macillo golpeara una cantidad de cuerdas menor de lo habitual, con lo que se conseguía un sonido muy suave.
El sistema de escape permitía variar el volumen y el timbre. Fue así como el piano se convirtió en un instrumento que podía producir sonidos de gran volumen y muy brillantes o con un tono más dulce.
Aunque hay indicios de algunos experimentos previos en China, la primera referencia de la invención de los globos es del siglo XVIII.
Los primeros pasos en la historia de la aerostación fueron dados por un inventor y sacerdote jesuíta llamado Bartolomeu Lourenço de Gusmão.
La idea aparentemente surgió cuando el sacerdote vio cómo se elevaba una pompa de jabón al pasar sobre una vela. Inmediatamente intuyó las posibilidades de aquella idea y solicitó incluso el privilegio de patente al rey de Portugal Juan V.
La primera demostración pública se realizó el 8 de agosto de 1709 en la Casa de Indias de Lisboa, consiguiendo elevar su artilugio 4 metros por encima del suelo, antes de que se incendiara.
En ese entonces el invento fue denominado Passarola. Sin embargo, lejos de recibir el reconocimiento que se merecía, fue difamado por la Santa Inquisición, perseguido y obligado a huir.
Se refugió en España y murió en Toledo a los 39 años de edad.
Al inicio de este artículo hablamos sobre la importancia del fuego para la humanidad, y es que sin él la mayoría de los avances en el uso de los recursos naturales no hubieran sido posibles.
En 1827 el francés John Walker inventó los primeros fósforos. Consistían en palillos de madera con una cabeza formada por una mezcla de clorato de potasio y fósforo, que se encendía frotándose entre dos papeles de lija.
Estos primeros fósforos tenían la desventaja de ser excesivamente inflamables, por lo que resultaban peligrosos. Al tratar de encenderlos, la pasta producía una pequeña explosión y quedaba entre los dos papeles de lija sin llegar a inflamar la varilla de madera.
Posteriormente, en el siglo XII se descubrió que una variedad de cuarzo, una pequeña cantidad de agua y otra aún menor de alúmina, al ser golpeada con un eslabón de acero producía chispas en cantidad.
Esta piedra se conoce con el nombre de pedernal y sirve para construir los encendedores, que actualmente conocemos en una amplia variedad de tamaños.
Por su parte, el químico francés Chancel creó los eslabones químicos que fueron lo que se asemejan más a los fósforos de la actualidad.
Se trataba de palillos de madera que llevaban un extremo azufrado y recubiertos por una pasta compuesta por Clorato Potasio y azúcar de caña colorado. Esta pasta se encendía sumergiendo el palillo en una botella con Ácido Sulfúrico, que debía llenarse separadamente.
Ahora bien, pasaron muchos años hasta que se obtuvo un producto comparable a lo que hoy es el fósforo común e incluso hay muchos países que se atribuyen esta invención.
La bicicleta es uno de los medios de transporte de dos ruedas más importantes y de alta gama a escala mundial.
La invención de la bicicleta se le atribuye a Karl Freiherr von Drais. Fue en 1817 cuando el mundo vio por primera vez un vehículo de dos ruedas, pero claramente se parecía poco a lo que conocemos en la actualidad.
Esta máquina, que en un principio se llamó Draisiana, no tenía pedales pero en 1839 tuvo su primer cambio importante. El herrero Kirkpatrick Macmillan le incorporó ruedas y pedales.
A pesar del avance, este prospecto no tenía cadenas para ayudar con la propulsión.
Años más tarde, específicamente en 1861, el francés Pierre Michaux hizo historia. Finalmente fueron incorporados los pedales justo en la rueda delantera.
Sin embargo, no resultó tan exitoso como esperaba Michaux porque de esa manera era difícil mantener el equilibrio.
Para 1879 el inglés James Starley pensó que la rueda delantera sería un poco más grande que la trasera. De esta manera, creía haber resuelto el problema de la falta de equilibrio y lo consiguió.
La bicicleta moderna no apareció hasta 1885 en manos de John Kemp Starley. Este modelo, muy similar a lo que conocemos actualmente, incluía frenos, cauchos con cámara de aire y una cadena con conexión a la rueda trasera.
En lo que significó una gran mejora, este diseño garantizaba mucho más comodidad al ciclista, ya que le permitía adoptar una postura menos rígida y más natural.
Las bicicletas han seguido evolucionando con el pasar de los años. Actualmente hay modelos de distintas formas, tamaños y usos.
Si bien fueron creadas como un medio de transporte, hoy por hoy existen diseños especialmente hechos para la realización de deportes. Los inventos y sus innovaciones nunca se detienen.
Te invitamos a pinchar aquí para conocer la bicicleta elíptica, un invento que cambió la manera de pasear por la ciudad. Podrás pasear o llegar al lugar que deseas mientras realizas ejercicio de una manera cómoda e innovadora.
En el año 1808 el mecánico toscano Giuseppe Pellegrino Turri tenía la necesidad de comunicarse por carta con la condesa Carolina Fantoni.
Fue así como nació la idea de un curioso artefacto que combinaba el papel carbón, atribuido también a este inventor, con un sistema de teclas.
En 1855, otro italiano identificado como Giuseppe Ravizza registró un modelo basado en el funcionamiento del piano, ‘il cembalo scrivano’, del que fabricó 16 unidades.
Una década más tarde, el estadounidense Christopher Sholes patentó un prototipo similar, pero con el teclado ‘qwerty’, que la firma Remington se encargó de industrializar y colocar al alcance de los oficinistas de la revolución industrial
¿Veis por qué el prototipo es un aspecto clave y necesario para el desarrollo de un invento?
La lavadora es un electrodoméstico que actualmente no falta casi en ningún hogar. Su invención es atribuida al ingeniero norteamericano Alva John Fisher en el año 1906, aunque no fue patentado hasta el año 1910.
En la Roma clásica la ropa se pisaba en tanques de agua de la misma manera que la uva para hacer vino.
Lo corriente era embadurnar la ropa sucia en barro y golpearla contra los cantos rodados de la orilla del río hasta arrancar la suciedad.
Luego se emplearon palas de madera, y más tarde apareció la tabla de lavar, donde se volteaba una y otra vez la prenda. La tina de madera para el lavado de la ropa fue una solución muy recurrida en la Edad Media.
Se trataba de cubetas a modo de cajas que se llenaban de agua caliente con jabón, donde la ropa se meneaba una y otra vez con palas; también se empleó la batidora o prensa para la ropa.
El procedimiento del lavado comenzó a ser estudiado hacia el año 1677, por un noble londinense llamado John Hoskins.
Fue este quien creó un mecanismo para meter la ropa dentro de una bolsa de cordel de fusta, sujeta por un extremo, retorcida por una rueda y cilindros sujetos al otro extremo.
El invento de Hoskins alivió los problemas derivados del fétido olor de los vestidos cortesanos. Estos vestidos no se lavaban para evitar dañar la suaves telas y terciopelos.
A fin de dar con una solución más práctica, en 1691 el ingeniero británico John Tyzacke patentó una lavadora industrial para eliminar los restos del proceso de fabricación del tejido.
Se trataba de hervir las prendas en calderas gigantes, donde eran removidas por varios operarios.
Aunque todavía no se había descubierto la relación existente entre la suciedad y la salud, la gente se daba cuenta de que el tejido tratado con la fórmula de Tyzacke tardaba más en oler mal y resultaban más suaves al contacto con el cuerpo.
Fue entonces cuando se cristalizó la idea de colocar la ropa dentro de una caja de madera y voltearla mediante una manivela o manubrio que la hiciera girar.
En 1858, un fabricante de Pensilvania llamado Hamilton Smith fue quien construyó la primera lavadora de tambor, y se basó para ello en trabajos previos de un empapelador londinense llamado Henry Sidgier.
El artilugio consistía en un tambor de madera que giraba merced a una manivela conectada que removía la ropa en el interior de una pila de agua de forma hexagonal y facilitaba el lavado.
En 1884 William Thomas añadió un procedimiento para calentar el agua con gas, dando lugar a la primera lavadora de agua caliente.
15 inventos curiosos ideales para la cocina que seguro no conocías
En la actualidad todos somos capaces de recordar grandes inventos que cambiaron el curso de la historia. Inventos que marcaron un antes y un después en el desarrollo de la vida tal como la conocemos.
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