¿Cómo podemos ayudarte?
Te ayudamos en el desarrollo, patente y comercialización de tus ideas.
Del latín inventum, el término invento se refiere a la cosa inventada o a la acción y efecto de inventar; mientras que la persona que dedica su tiempo a estos descubrimientos se conoce como inventor (invenire en latín).
Ahora bien, tal como lo explica Guillermo en el vídeo que veréis a continuación, cualquier persona puede ser un inventor exitoso, siempre y cuando ponga todo su esfuerzo para concretar su idea.
En La Fábrica de Inventos contamos con el equipo de profesionales más motivado para lograr que tu proyecto triunfe.
Además de la capacidad de invertir (aunque nosotros podemos ayudarte a conseguir inversores) y un buen sentido de la oportunidad, para ser inventor se requieren una serie de habilidades para resolver problemas. La creatividad y determinación son fundamentales.
La principal responsabilidad de un inventor es desarrollar nuevas ideas y productos. En ese sentido, el pensamiento creativo puede ayudarles a identificar y desarrollar soluciones a los problemas.
Los inventores suelen sentir curiosidad por el funcionamiento de las máquinas, así como también suelen investigar métodos para resolver problemas específicos que ayuden a satisfacer las necesidades de los demás.
La curiosidad también puede animar a los inventores a aprender sobre nuevos temas o a adquirir habilidades que puedan apoyar el desarrollo de nuevos productos. Por ejemplo, un inventor que necesita crear un prototipo digital puede aprender a utilizar programas de diseño en el ordenador.
Los inventores pueden probar sus ideas muchas veces antes de determinar que un producto está listo para alcanzar el éxito en el mercado.
Aplicar la persistencia a lo largo de todo el proceso de invención, desde el desarrollo de las ideas hasta la venta de los productos, es fundamental para mantenerse motivados y alcanzar los resultados deseados.
Por ejemplo, si un inventor recibe críticas constructivas sobre un producto que ha desarrollado, puede aplicar lo aprendido y crear un producto que cumpla los estándares de la empresa.
Un buen inventor suele desarrollar habilidades de resolución de problemas que les ayudan a analizar sus invenciones e identificar las áreas que necesitan ser mejoradas.
Por ejemplo, un inventor puede darse cuenta de que el dispositivo electrónico que está construyendo tiende a sobrecalentarse. Puede investigar y probar varias soluciones antes de determinar que la mejor opción es instalar un ventilador para enfriar el dispositivo.
Los inventores también pueden utilizar esta habilidad para superar obstáculos durante los procesos de producción y venta.
Si quieres convertirte en un inventor profesional, ten en cuenta los siguientes pasos y recuerda que puedes escribirnos para ayudarte durante todo el proceso.
Como aspirante a inventor, puede resultar útil centrarte en el desarrollo de productos dentro de un sector.
Familiarizarte con un sector concreto puede ayudarte a entender cómo funciona el desarrollo de productos, la fabricación, la comercialización y otros procesos dentro del sector.
Esta experiencia también puede brindarte la oportunidad de entablar relaciones con otros profesionales del sector que puedan ofrecerte apoyo u orientación.
Si tienes algunas ideas para inventos que podrían ser exitosos, considera la posibilidad de elegir un sector que se ajuste a ellas.
Por ejemplo, un inventor con ideas relacionadas con equipos de natación podría centrarse en trabajar dentro de la industria del ocio al aire libre. También se pueden elegir sectores basados en intereses como los videojuegos o los deportes.
Para convertirte en un inventor de éxito, puedes considerar la posibilidad de aprender más sobre el aspecto empresarial. Además de generar ideas, es posible que necesites saber cómo desarrollar y fabricar productos, comercializarlos y negociar con clientes potenciales.
Para aprender más sobre el aspecto empresarial de ser inventor, puedes buscar mentores o establecer relaciones con inventores experimentados.
Un equipo profesional como el de La Fábrica de Inventos te puede compartir sus experiencias y ofrecerte consejos u orientación.
En nuestro canal de YouTube también puedes conseguir un sinfín de videos que te servirán de mucha ayuda.
Cuando sea posible, también puedes considerar la posibilidad de unirte a una empresa emergente que desarrolle productos. Este trabajo puede darte experiencia práctica en el desarrollo de una idea hasta convertirla en un producto.
El objetivo principal de un inventor es crear productos que respondan a los retos o deseos de los consumidores. Una forma de empezar a desarrollar una idea es analizar el sector que has elegido.
Por ejemplo, si trabajas en la industria del cuidado de mascotas, puedes identificar que los consumidores quieren alimentar a sus perros en un horario.
En consecuencia, puedes crear un dispensador automático de comida que permita a los dueños de los perros establecer horarios específicos de comida. También puedes desarrollar ideas a partir de productos o servicios existentes e identificar formas de mejorarlos.
Considera la posibilidad de crear una lista de tus ideas e investigar el mercado para asegurarte de que son únicas. También puedes realizar búsquedas en Internet para determinar si la gente está hablando del problema que quieres resolver, lo que puede demostrar la necesidad de tu producto.
Después de investigar, puedes elegir una idea de tu lista que sea única y tenga demanda. A continuación, puedes empezar a escribir los detalles o dibujar los bocetos de cómo quieres que sea el producto y su funcionamiento.
Un prototipo es un modelo preliminar de tu invento que puedes utilizar para hacer demostraciones del producto. A la hora de vender tu idea a posibles inversores o socios, un prototipo ayuda a entender cómo funciona el invento.
Los prototipos también permiten probar las características para identificar si es necesario realizar mejoras.
Al dibujar el prototipo, puedes incorporar detalles como los materiales que piensas utilizar. Estos detalles pueden ayudarte durante el proceso de desarrollo del producto.
Dependiendo de la idea, puedes crear un prototipo utilizando materiales sencillos como la madera o el plástico. También puedes considerar la posibilidad de utilizar un software de diseño asistido por ordenador y una impresora 3D para crear un prototipo.
Al respecto, te podría interesar nuestro artículo Prototipos: qué son y cómo puedes fabricarlos.
Los inventores suelen ganar dinero con sus inventos vendiendo productos o vendiendo la idea. Si construyes y vendes tus inventos, puedes supervisar los procesos de producción, distribución y comercialización.
Esto puede ser similar a la creación de una empresa. Puedes establecer relaciones y conexiones dentro de tu sector para encontrar orientación y apoyo que te ayuden a gestionar el negocio de venta de la invención.
También puedes conceder la licencia de la idea a una empresa, dándole el derecho de fabricar la invención. Si concedes la licencia del producto, puedes recibir regalías basadas en las ventas.
La concesión de licencias suele requerir menos tiempo y costes iniciales para los inventores, lo que puede permitirte dedicar más tiempo a inventar y generar nuevas ideas de productos.
Mientras que algunos inventores profesionales se basan en un solo invento, otros generan una variedad de inventos.
Como hemos mencionado en otros artículos de nuestro blog, puedes considerar la posibilidad de inventar un producto que complemente uno ya existente o desarrollar algo nuevo dentro de determinado sector.
También puedes identificar posibles mejoras en tus inventos y lanzar versiones actualizadas que te ayuden a mantener la asistencia a los clientes y a satisfacer nuevas necesidades.
Cuando lanzas un invento con éxito, es muy probable que avances en tu carrera de inventor. Los consumidores que están satisfechos con uno de tus productos, seguramente estarán interesados en comprar productos similares.
Inventar un nuevo producto, método o dispositivo no es fácil y, como ya mencionamos, se necesita creatividad y tenacidad.
Pero, ¿cómo puedes sacar provecho de tu invención? El primer paso suele ser obtener una patente sobre la invención, y el siguiente paso es decidir si debe conceder una licencia (o vender) la invención a un tercero, si debes fabricarla y venderla tú mismo.
Con el tiempo, una invención exitosa puede resultar extremadamente valiosa. Sin embargo, el inventor puede perder todo ese valor, a menos que sea muy cuidadoso al principio y reciba la asesoría adecuada como la del equipo de La Fábrica de Inventos.
El momento en el que la mayoría de los inventores pierden para siempre el beneficio de su invención es justo al principio, antes de que haya alguna prueba de si la invención tendrá éxito o no. Es al principio cuando hay que ser más prudente.
Los inventos no se venden solos. A pesar de lo que creen algunos inventores, la gente no se dirige a la puerta del inventor buscando resolver alguna necesidad.
Ganar dinero con un invento requiere cuidado, reflexión, habilidad, esfuerzo y suerte. Sin embargo, con un poco de investigación y planificación puedes mejorar enormemente tus posibilidades de éxito y reducir las posibilidades de una experiencia dolorosa y costosa.
La cantidad de información que un inventor necesita investigar y aprender puede parecer abrumadora. No obstante, con un poco de cuidado es posible aprender lo que se necesita saber, y en particular, para poder contratar a expertos de confianza que le ayuden en función de sus necesidades.
Los inventores inteligentes no intentan hacerlo todo ellos mismos; por el contrario, saben cómo conseguir la ayuda de expertos adecuada a un coste razonable.
Muchos inventores cometen el error de suponer que toda invención es valiosa, eso no es cierto.
Sin embargo, a menudo es muy difícil saber al principio si será o no valiosa. Por lo tanto, es importante prestar mucha atención a medida que se aprende más sobre las perspectivas de la invención y, en última instancia, separar lo valioso de lo menos valioso.
Si un invento no es rentable, hay que dejar de perseguirlo e invertir el tiempo y el dinero en un nuevo invento.
Aunque siempre está bien inventar algo «divertido» o «guay», los inventos más valiosos suelen ahorrar tiempo, dinero o ambas cosas. Nos interesan especialmente las invenciones que mejoran herramientas, sistemas y procesos comerciales o industriales ya establecidos.
Es cierto que no se pueden hacer inventos a la carta, pero se pueden aumentar las posibilidades de inventar algo que merezca la pena si se concentran las energías. Es mucho más probable que inventes si tienes una mentalidad activa de búsqueda y resolución de problemas.
Si has identificado un hueco en el mercado que no está siendo abordado por un producto existente, es una fuerte señal de que existe una necesidad para esa idea que tienes en mente.
Al tener la primera idea para abordar este problema, puedes crear un producto que no tenga competencia directa y que la gente quiera utilizar.
Crear tu propio producto de éxito es una excelente oportunidad profesional que conlleva muchas ventajas. Además de crear una nueva fuente de ingresos, trabajar para ti mismo puede ayudarte a sentir el orgullo de haber creado algo popular y tienes la libertad de ser tu propio jefe.
Esto significa que puedes crear las reglas y la cultura de tu nueva empresa para que se ajuste a tus preferencias.
Si tienes una invención que crees que podría tener éxito, estos consejos pueden ayudarte a maximizar las posibilidades de llevarla efectivamente al mercado:
Convertir tu idea en un producto requiere compromiso. Aunque no tienes que comprometerte de inmediato a trabajar en tu idea a tiempo completo, las horas que le dediques necesitan la misma concentración y respeto que le darías a un trabajo.
Tan pronto como te sientas inspirado para trabajar en una invención, toma notas y mantén un registro de tu desarrollo. Escribir tus ideas te ayuda a recordarlas y a mantenerte organizado durante todo el proceso.
También crea registros que muestran cuándo estabas trabajando en el proyecto y cuáles eran tus ideas en caso de que necesites establecer una prueba de origen para tu idea.
Al principio, céntrate en el largo plazo. Al empezar con un nuevo producto, es importante dar prioridad a las decisiones que te permitan tener las mayores posibilidades de éxito a largo plazo. Esto puede exigir sacrificios a corto plazo, pero estos sacrificios están justificados por el valor que puede aportar tu producto si es un éxito a largo plazo.
Cuando se crea una nueva invención, es importante sentir pasión por la idea.
Un compromiso profundo con el producto que comercializas te permite comprender mejor el mercado al que venderás porque forma parte de él, y puede ayudarte a tomar mejores decisiones durante el desarrollo y la comercialización de tu idea.
Hay dos estilos de presentación importantes a la hora de buscar asociaciones o inversiones. Un discurso corto, a menudo llamado discurso de ascensor, dura sólo unos minutos y suele llevar un mínimo de material de acompañamiento.
Si consigues captar la atención de alguien rápidamente, puedes dar lugar a una presentación completa. Esta presentación más larga puede incluir elementos adicionales como diapositivas y demostraciones de productos.
Es importante sentirse cómodo dando ambos tipos de presentaciones cuando se reúna con un socio potencial.
Cuando se empieza con una nueva idea de negocio, las redes sociales suelen ser una forma rentable de dar a conocer el nuevo producto.
Aunque la publicidad digital es sumamente beneficiosa, también puedes utilizar las redes sociales para hacer publicidad gratuita hablando de tu nuevo producto y animando a otros a hacerlo también.
Una vez que hayas salido al mercado con tu producto, una de las mejores formas de hacer crecer tu negocio desde el principio es a través de las recomendaciones de tus clientes actuales.
Los incentivos para las recomendaciones son una gran manera de animar a los usuarios a hablar de su producto a otros. Incluso sin un programa de recomendaciones, el simple hecho de pedir a los compradores que cuenten a sus amigos si les gusta puede ayudarle a aumentar sus ventas.
Los inventos de Nikola Tesla sentaron las bases de la corriente alterna, el sistema polifásico de distribución eléctrica y el motor de corriente alterna.
Este inventor, ingeniero y físico croata fue uno de los más importantes de la historia.
Sin duda alguna, Tesla tuvo ideas fantásticas. Hasta la actualidad 309 patentes le pertenecen. Del total 112 fueron originadas en Estados Unidos y el resto son llamadas “analógicas” en el resto del mundo.
Fue el 16 de mayo de 1888 cuando Tesla publicó un artículo científico en el que detalló el funcionamiento del que sería su mayor éxito como inventor: el motor de inducción.
El principal funcionamiento de este gran invento es generar movimiento en el motor mediante campos magnéticos rotantes, producidos por una corriente alterna polifásica.
Basándose en este invento, el sueco Ernst Danielson creó en 1902 el motor sincrónico. Sustituyó el material del inducido, que no era magnético, por un imán permanente o electroimán.
En el siglo XIX las predicciones de Tesla generaron un gran revuelo. Se trataba de “guerras disputadas a distancia utilizando máquinas controladas remotamente, y donde la cantidad de hombres no sería tan importante como el avance tecnológico”.
Estas declaraciones llevaron a que este inventor ganara fama de “loco” y por ende sus descubrimientos fueron subestimados en muchas oportunidades por la comunidad científica.
No obstante, gracias a las numerosas patentes que consiguió a lo largo de su vida, Tesla logró mantenerse a flote.
Incluso encontró tiempo libre para dedicarse a sus proyectos personales, siendo uno de sus sueños el lograr transferir energía inalámbricamente.
Lee más en nuestro artículo Los inventos de Nikola Tesla, el genio de la electricidad
Sin los inventos de Albert Einstein nos sería imposible vivir nuestra vida tal como la conocemos hoy en día.
Este afamado inventor nació en la ciudad alemana de Ulm el 14 de marzo de 1879, pero al año de vida su familia se mudó a Munich, donde vivió hasta los 15 años.
A los 17 años ingresó en la Escuela Politécnica Federal de Zurich para estudiar matemáticas y física. Cinco años después, tras obtener su título universitario, consiguió la nacionalidad suiza y en 1902 comenzó a trabajar en la Oficina Federal de la Propiedad Intelectual de Suiza.
Según los historiadores, 1905 fue su año más fructífero gracias a la publicación de cuatro artículos científicos sobre el efecto fotoeléctrico, el movimiento browniano, la teoría de la relatividad especial y la equivalencia masa-energía.
La publicación sobre el efecto fotoeléctrico le valió el Premio Nobel de Física en el año 1921, mientras que la del movimiento browniano le consiguió el grado de doctor. Los últimos dos artículos mencionados lo consagraron con el pasar de los años como el mayor científico del siglo XX.
En 1908 comenzó a ejercer como profesor de física en la Universidad de Berna, cargo que continuó años después en Praga y finalmente en Berlín, ciudad en la que vivió hasta que el ascenso del régimen nazi le hiciera abandonar Alemania y mudarse a Estados Unidos en 1932.
Una vez en territorio norteamericano, impartió docencia en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.
Luego se nacionalizó estadounidense y pasó el resto de su vida intentando integrar las leyes físicas de la gravitación y el electromagnetismo, así como también divulgó valores pacifistas, socialistas y sionistas hasta su fallecimiento por una hemorragia interna el 18 de abril de 1955, a los 76 años de edad.
Lee más en nuestro artículo Los inventos de Albert Einstein que cambiaron el mundo
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