Se tiene estimado que, en la tecnología del FDM, a la hora de imprimir nuestro prototipo o figura, el límite para que no sea necesario el realizar soportes, o que el acabado de la pieza sea el adecuado, los ángulos que se queden en voladizo no deberían ser mayores a 45 grados, pues a partir de ahí no se garantiza el acabado o precisión que pudiera tener.

Cuando hablo de que “no deberían” de ser mayores de 45 grados es que, a nuestra experiencia con el prototipado 3D, se podría imprimir a ángulos mayores, y dependiendo de la pieza incluso con ángulos de 60 grados el acabado puede ser bueno, pero nunca podrá estar garantizado.

Por lo tanto siempre hay que reducir al máximo, en la medida de los posible, el ángulo que se pueda dejar. A continuación os muestro unas imágenes de una pieza con un voladizo a 90 grados y con una solución que se plantea con un desplome de 45 grados. Una forma de que, si el prototipo nos vale con esa inclinación, consigamos un acabado muy bueno sin necesidad de añadir soportes.

No siempre es posible tener esta libertad de cambiar la inclinación, así que se puede intentar imprimir en dos piezas separadas, que una encaje en la otra. A continuación os presentamos una de las posibles soluciones.

Como podéis apreciar, hay infinidad de soluciones, no sólo la que os presentamos, ya eso depende de la necesidad de cada uno y su creatividad. Todo ello parte de la regla de los 45 grados, que hay que intentar mantener en la medida de lo posible, para conseguir los prototipos con el mejor acabado posible y su funcionalidad adecuada.

Y esta es la primera de las cinco primeras reglas de la impresión 3D para nuestros prototipos.

Si queréis seguir aprendiendo no dejéis de estar atentos a nuestro blog, y si os surge cualquier duda o necesitáis realizar cualquier prototipo, contactarnos.